No hay un cuerpo B

Disfrutar plenamente de vivir en un cuerpo de mujer hoy en día, resulta, cuanto menos, complicado. Culturalmente hemos sido despojados del autoconocimiento de estos. En pro de la ciencia, nos hemos olvidado de los remedios naturales que funcionaban a nuestras abuelas. “si no va en capsulas, no es progreso, si no es blanco no es higiénico y la sangre menstrual es azul…”.

Aquí tenemos mucho de lo que hablar, mas solo voy a nombrar algo, aún desconocido para muchas. La capacidad de nuestros cuerpos para desarrollar el control de sangrar libremente, (con consciencia y retención naturales). Dato que nos muestra el desconocimiento sobre nuestras cuerpas de mujer, aun a riesgo de que esta información haga que necesitéis menos o ninguna compresa.

Otra razón por la que nos preocupa el AUTO-CUIDADO son los llamados Disruptores Endocrinos (hormonas sintéticas), son sustancias tóxicas presentes en muchos de los químicos que se emplean en las grandes industrias para; blanquear, conseguir texturas, abaratar costes… Los Productos de higiene intima desechables tienen efectos dañinos sobre nuestra salud y a nadie de la industria le preocupará mientras sigamos consumiendo estos productos.

No hay un planeta B

Evitamos generar toneladas de basura, procedente de los productos desechables, los cuales contienen plásticos y otras sustancias tóxicas que están acabando con nuestro planeta tierra.

Hay numerosas noticias de catástrofes medioambientales que están sucediendo hoy día, así que poder vivir un ciclo menstrual tras otro sintiendo que no contaminas y puedes vivirlo placenteramente, es liberador y reconfortante.

Nuestros ríos se están feminizando por la acción de estos disruptores endocrinos. Y sin embargo con nuestras compresas de tela o copas menstruales puedes devolver tu sangre a la tierra y a los ríos, la cual es buena para la tierra, son células madre libres de químicos. Puedes usarlo como abono para tu huerto o tus plantas.